"Call of Future", una garantía de acceso a las pruebas de la universidad
Los expertos aseguran que muchos de los fracasos en selectividad se deben al estrés.
El próximo 16 de abril dará comienzo el segundo certamen “Call of Future” de la Universidad Europea de Madrid. Durante tres días, un total de 50 alumnos, elegidos conforme a su expediente académico, convivirán en el campus de Villaviciosa de Odón y tendrán la oportunidad de asistir a un programa de alto rendimiento para selectividad que la universidad madrileña ofrece.
Este innovador proyecto tiene como fin ayudar a los estudiantes con más futuro de nuestro país a adquirir ciertas actitudes de cara a los exámenes de selectividad. Estas no se dirigen a conocer la metodología de las pruebas o a reflexionar sobre los contenidos, en eso se mueven como pez en el agua.
El programa, propuesto por la Universidad Europea de Madrid, se centra en ayudar a los alumnos a controlar las situaciones de estrés y mantener la motivación de cara a las pruebas de acceso a la universidad. Durante tres jornadas, los alumnos tendrán la ocasión de aprender a conocer sus emociones, a través de sesiones de coaching, o a gestionar del mejor modo posible su tiempo de la mano del presentador Cristian Gálvez. También participarán deportistas de la talla de Chema Martínez, atleta olímpico, y Carolina Marín, Campeona del Mundo de Bádminton, que tratarán de aconsejar a los presentes a través de sus experiencias deportivas.
No hay que olvidar que es un momento realmente importante en la vida de los adolescentes. No todos soñaron durante su infancia con convertirse en futbolistas, cantantes o modelos. Muchos tuvieron expectativas más terrenales y desearon trabajar como médicos, profesores o periodistas. Y cuando se quieren dar cuenta, se juegan gran parte de su futuro en unas intensas jornadas de exámenes que no dan respiro a nadie y en las que tienen que demostrar todos sus conocimientos. Si a eso le sumas el curso más duro al que se han enfrentado, como es Segundo de Bachillerato, y las dos o tres semanas previas estudiando día y noche, es comprensible la enorme presión a la que están expuestos los estudiantes.
