¿Cómo lo ves?
Suena casi como un grito de guerra. La motivación que todo soldado necesita para arrojarse con valor al fragor de la batalla. Pero no todos pueden ser el héroe protagonista que avanza en primera línea, hay quien se queda en la retaguardia decidiendo si merece la pena o no.
¿Quién eres, qué quieres y cómo vas a conseguirlo?
Y al fin y al cabo, la vida es eso: la eterna lucha entre atreverse a fracasar o fracasar por no atreverse. Hay gente que no tiene miedo a afrontar de cara la rutina y las pruebas que esta conlleva, pero también hay quien se sumerge en el vaivén de las situaciones que van meciendo su vida hasta que irremediablemente desembocan en una vorágine de sentimientos que no pueden controlar. Para todos aquellos que han perdido la fuente de inspiración y están buscando cómo encontrarla y encontrarse, existe un punto de inflexión: el coaching. Situarse en el ojo de la tormenta y retomar las riendas.
El lunes 30 de marzo tuvo lugar una sesión de iniciación al coaching, en las oficinas de la empresa Training Consult, dedicada al asesoramiento y programas formativos, y con un amplio recorrido en este mundo del coaching. ¿De qué se trata esta nueva tendencia que crece exponencialmente y parece que ha venido para quedarse? Su definición es simple: arte de identificar y gestionar los cambios que necesitas hacer en tu vida para alcanzar tus metas. Sin embargo sus implicaciones van mucho más allá. El coaching puede llegar a convertirse en una filosofía de vida.
En las apenas dos horas de duración que tuvo este taller inicial, se repasaron las principales claves de lo que puede ser el comienzo de una nueva vida. A él asistieron 7 mujeres de una media de edad de unos 50 años y con un propósito en común: aprender a ser dueñas de sus decisiones. La encargada de conducir las dinámicas y actividades fue Lola Martínez, directora de la empresa Training Consult.
Estas dinámicas estaban enfocadas a la comprensión de los cuatro principios básicos del coaching. Cuatro principios, cuatro bloques, poco tiempo y mucho que descubrir.
A través de esta serie de dinámicas cuyo objetivo era un proceso de reflexión interior todas las asistentes acabaron la sesión conociéndose un poco más a fondo y con un objetivo claro: poner en práctica todo lo aprendido y empezar a cambiar.
A golpe de maraca se iniciaban cada una de las actividades. Al ser un taller de alto impacto, el reloj se convierte en un enemigo que no perdona, y el único aliado, la apertura de todos tus sentidos.
Cuando la actividad fue tocando a su fin el grupo era distinto al que había entrado en la sala apenas dos horas antes.
Todas creían haber aprendido lo suficiente como para marcar el inicio de una nueva actitud. Lola se despidió de ellas animándolas a continuar en ese camino de motivación y auto superación que habían emprendido juntas.
Vivir la vida o pasar por ella como un mero espectador. Superarse día a día o dejar que sea el día el que te supere. Decidir cambiar o que las decisiones te cambien. El coaching con todas las preguntas, y cada uno con sus propias preguntas. “Somos las historias que nos contamos”.